¿Qué son las reformas de arquitectura? ¿Exactamente cuál es el papel que desempeña el arquitecto dentro de dichas reformas? ¿De qué manera se llevan a cabo y quien debería de hacerlo? ¿Cuáles son los puntos a tomar en cuenta en una reforma?

Esta serie de dudas son comunes al momento de abordar los necesarios arreglos en nuestras propiedades mediante parámetros previamente existentes. A continuación, ofreceremos algunas respuestas a estas dudas.

Las reformas de arquitectura, una explicación sencilla

Las reformas arquitectónicas no son otra cosa que la serie de reparaciones que tarde o temprano se deben hacer en una propiedad y que generan un impacto mayor o menor en su diseño.

Estas reformas a nivel arquitectónico no poseen limitantes, excepto en lo que establezca el presupuesto, y pueden ser desde una gran escala donde se afecta estructuralmente su entorno dentro del espacio urbano circundante, o las reformas menores que se circunscriben dent6ro de áreas internas específicas que no atentan contra la estructura.

El papel que desempeña el arquitecto en dichas reformas

El arquitecto es el gran responsable de que estas reformas se hagan de una manera correcta y efectiva porque analiza cada espacio a reformar ofreciendo una serie de soluciones a las necesidades que se presenten.

El arquitecto también es el responsable de que dichas reformas estén dentro del marco normativo existente y debe vigilar que los materiales a usar sean los adecuados de acuerdo al diseño que tenga en mente.

Por último, el arquitecto es el responsable de presentar y entregar el proyecto final que coincida con el presupuesto y el contrato entre las partes.

Los puntos a tomar en cuenta en una reforma arquitectónica

  1. Las condiciones preexistentes

El primero es tomar en cuenta cuáles son las condiciones preexistentes de la edificación, antigüedad, estado de conservación, etc. A partir de estos datos se tendrán una idea más aproximada de cómo hacer las reformas planteadas.

De hecho, es posible que la edificación a reformar no posea las instalaciones de servicios actualizadas, por ejemplo, tuberías de gas, fibra óptica de internet, etc. En este caso es imprescindible incluirlo en el proyecto ya que la reforma debe de abarcar funcionalidad con calidad de vida.

  1. Evitar la improvisación

Cualquier proyecto de reforma arquitectónica necesita cumplir una serie de pasos que van desde la inspección del inmueble, hacer un desarrollo del proyecto y presentar una propuesta basado en dicho estudio previo.

Improvisar al reformar es garantizar un desastre seguro y un peligro latente que puede costar dinero y vidas.

  1. El uso de la zonificación

Antes de efectuar cualquier reforma arquitectónica se debe de saber cuál es el uso de la zonificación. ¿Se trata de un área residencial o comercial? ¿Cuál es el límite de altura de pisos? ¿La reforma podría afectar el área común? ¿Se tienen todos los permisos al día? ¿Será necesario consultar si la zonificación puede ser mixta?

Conocer de antemano el uso de la zonificación también tiene que ver con los límites de polución sónica, si es posible usar maquinaria pesada y cuáles son los horarios permitidos para usarla, cómo es la política para la descarga de escombros, etc.

Responder estar interrogantes antes de iniciar el proyecto ahorra una gran cantidad de dolores de cabeza y también mucho dinero y horas hombre de trabajo las cuales nunca se pueden recuperar.

  1. Estudiar el entorno del área a reformar

De igual forma, es imprescindible estudiar el entorno del área a reformar, por ejemplo, si el suelo puede soportar una reforma ambiciosa que incluya aumento de pisos, si tiene fundaciones sólidas, si la zona es sísmica, etc.

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